Qué son las adicciones
Una conducta adictiva la tiene una persona dependiente de aquella sustancia o actividad (redes sociales, videojuegos, maquinas tragaperras, sexo), que domina sus pensamientos sus conductas y emociones. La búsqueda, y como ideársela para volver a consumir y el consumo posterior, ocupa gran parte de la vida de la persona adictiva. En estados avanzados de adicción no hay nada más importante que la propia adicción.
El inicio en cualquier adicción, produce placer o alivia algún tipo de problema emoción aislándonos del mismo. Después se producen estos tres estadios: dependencia, tolerancia y abstinencia. La dependencia es el deseo de volver a consumir o lleva a cabo la actividad adictiva, al hacerlo se reduce el deseo, la tensión y la ansiedad. La tolerancia es la que lleva a aumentar las dosis para conseguir los mismos efectos que al principio y la abstinencia es el malestar que se produce cuando no se puede volver a consumir o llevar a cago la conducta adictiva.
El tipo de adicciones es múltiple y se puede dar a distintas sustancias (el alcohol, la marihuana, la cocaína, los ansióliticos, las anfetaminas y metanfetaminas, etc.), y a veces a varias de ellas de forma simultánea y también a varias adicciones comportamentales (sexo, redes sociales, videojuegos, casino o máquinas tragaperras, las compras, teléfono)
Las personas con adicciones pueden manifestar distintos perfiles adictivos: de fin de semana, solos, en compañía, periodos sin consumo seguidos de otros donde se consume.
Indicadores de una adicción
Un objeto de deseo hay un objeto que se desea, pudiendo ser, sustancia, cosa, actividad. Preocupación, que gira en torno a como volver a consumir. Existe una necesidad que provoca la adicción. Comportamientos guiados para reducir la ansiedad y satisfacer la adicción. Pérdida de control sobre los pensamientos, sentimientos, ideas o comportamientos cuando aparece las ganas de consumir. Hay dependencia, física o psicológica, para satisfacer la adicción.
Fases del tratamiento
Desintixicación, puede ir acompañado de ayuda medicamentosa a fin de evitar la sintomatología de la abstinencia. Deshabituación, supone la sustitución de los hábitos adquiridos durante el desarrollo de la adicción por nuevos hábitos compatibles con la nueva vida abstinente. Rehabilitación, es la más larga de las fases y supone recuperar las habilidades, que bien se han perdido durante el consumo para hacer una vida como antes de los comportamientos adictivos. Vuelta a la vida sin la adicción, a una vida totalmente normalizada, objetivo prioritario de nuestro tratamiento, en esta fase de forma paulatina y totalmente pautadas se reintroducen tanto en la vida familiar, laboral y de ocio, hasta conseguir la normalidad absoluta y por consiguiente el alta terapéutica.
Consecuencias
Las consecuencias y deterioro que acarrean las conductas adictivas abarcan todos son ámbitos personales como son la salud, el económico, el social, de pareja, familiar y laboral. Los distintos ámbitos se deterioran lo que acarrean graves desajustes de la persona con comportamientos adictivos. Los cambios de humor, el deterioro de la salud, incluso la muerte, las discusiones, la mentira, las deudas o la ruina económica, la separación, el distanciamiento con la familia e hijos, la perdida de empleo, problemas con la justicia (retirada de carnet de conducir, meses de prisión, etc.), son frecuentes en las personas adictivas.